Como Luis del Pino, he visto la luz. Tras leer yo mismo y gracias a un compañero, que por desgracia he tenido que hecharle una mano, los autos del 11-M:
he comprendido por qué Zapatero decía que estaba todo claro:
-Para asesinar a 192 españoles... y provocar un vuelco electoral
-Unos vulgares camellos llenos de fervor islámico... pero no tanto como para inmolarse
-construyeron unas bombas... sin dejar una sola huella ni rastro de ADN
-usando mochilas llenas de un explosivo... del que no aparecen restos en los trenes
-mezclado con metralla... que no hirió a ninguna de las 192 víctimas
-cebado con un detonador... que tampoco dejó ningún resto
-alimentado por un teléfono... que no garantizaba la corriente suficiente
-que tenía en su interior una tarjeta delatora... innecesaria para que la bomba explotara
-todo ello metido en unas papeleras... tres veces menores que las mochilas
Conclusión: como es imposible que se violen todas las leyes conocidas de la Lógica y de la Física, los atentados del 11-M nunca existieron. Son un simple invento de la derecha reaccionaria, que no asume su derrota electoral.
Vamos; que el el 11-M se ha convertido en algo tan irresoluble como el Teorema de Fermat, aunque algunos se han empeñado en convertirlo en algo tan inexplicable como la conjetura de Poincaré, aunque miles de Perelman traten de hallar una solución. Y es que a la vista de las pruebas... ese sumario es una ruina.
jueves, agosto 31, 2006
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2 comentarios:
Lo que hace meses pensaba que era una chorrada, día a día se convierte en algo inquietante y muy preocupante, no sé, si alguna vez se sabe la verdad y si esa verdad es la que se insinúa, adiós a la democracia en este país.
Lo único que sé es que no sabemos nada.
Un saludo
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