La Real Academia define corrupción, entre otras cosas, como "en las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores". Eso es exactamente lo que ha ocurrido en el ayuntamiento de Madrid de un tiempo a esta parte; con el tema de las dichosas “Licencias de apertura de establecimiento”.
Pero el problema no termina en el Ayuntamiento de Madrid, ni mucho menos. El tema es mucho más serio, de lo que a cierta vista pueda parecer. El problema arranca de una Ley del Suelo, que en cierto modo, otorga los Ayuntamientos unos poderes más lógicos de épocas medievales que de una sociedad moderna en pleno siglo XXI. Si bien en el Ayuntamiento de Madrid había enquistada un trama por la cual se cobraba unas determinadas cantidades de dinero por la obtención de dichas licencias que solía rondar los 6000 euros, en otros ayuntamientos el tema puede ser y es preocupante, en el sentido de que quieren disponer de determinados suelos, desfavoreciendo el crecimiento de su tejido industrial y por ende, la riqueza del lugar, en aras de un crecimiento urbanístico salvaje y en cierto modo, desproporcionado.
Veran ustedes. Conozco el caso peculiar de un determinado Ayuntamiento, que desde el año 2000, un conocido mío comenzó a tramitar la Licencia de Apertura y desde entonces, solo ha encontrado obstáculos administrativos de toda índole. No hablamos de un bar o de una cafetería, hablamos de una sencilla industria normal y corriente. Cos su prevención de riesgos, con todos los papeles en regla en la Comunidad correspondiente... pero el Ayuntamiento… ¡con la iglesia hemos topado amigo Sancho!
Vamos, que después de presentar el proyecto (debidamente visado y aprobado por la Conserjería de Industria de la Comunidad correspondiente) y tres ampliaciones consecutivas que el dichoso Ayuntamiento obligó a realizar, y firmadas por el Arquitecto recomendado por el Ayuntamiento -¿esto no es una acto de corrupción?, ¿recomendar a alguien que te dicen que sí te lo puede arreglar desde el propio Ayuntamiento?- sigue sin tener licencia alguna. Si un día pasara algo grave… las consecuencias serian devastadoras.
El problema al cual nos enfrentamos no es precisamente baladí. Nos enfrentamos a que para abrir un negocio, uno tiene que pagar un cerro de duros por licencias de todo tipo que, si abogamos por el libre comercio y la libertad de empresa, no deberían ni existir, debiendo solo constatarse que se cumplen con las mínimas garantías de seguridad. Por eso, siempre que haces algo en cualquier ciudad o pueblo, no puedes pedirle a tu amigo del alma que sabe hacerlo o que tiene capacidad de hacerlo; debes acudir siempre al recomendado por el Ayuntamiento o al “hijo del alcalde, que es ingeniero” para que te haga el proyecto. A eso en mi barrio lo llaman CORRUPCIÓN; si bien no es como lo ocurrido en el Ayuntamiento de Madrid, en parte no deja de ser otra forma de corruptela, pero soterrada; en donde un profesional se lleva los cuartos en perjuicio de otros profesionales que puede llevar a cabo ese proyecto tan bien o mejor que el recomendado por el Ayuntamiento, o con un coste inferior; pues el del Ayuntamiento te cobra un Potosí. Si se entra a saco a limpiar los Ayuntamientos de corruptelas, habría que poner patas arriba los más de 10.000 Ayuntamientos que hay en toda España.
1 comentario:
Cada día que pasa está mas claro que el sistema actual está podrido pero ¿quién le va a poner el cascabel al gato?
P.D. Ahora hay un widget de Blogger para poner vídeos en la barra, que carga más rápido y no descuadra el blog. Te lo comento porque en este momento, en una pantalla a 1024x768, los vídeos tapan parte de tu entrada usando Firefox en Linux.
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