Si hay alguien que se lleva los dineros en el deporte a espuertas, es la todopoderosa Federación Española de Fútbol. Si tuviéramos que hacer una valoración entre la relación de pasta y títulos, salta a la legua que es de escándalo, ver como los dineros se los llevan, y a cambio, no sacan ni un solo título, salvo las selecciones inferiores; o los famosos “Sub”.
Si alguna selección española se ha merecido con creces el apelativo de la "Brasil europea", esa es la de fútbol sala. Y como bien dice Juan Manuel Rodríguez: “Lo ganan casi todo casi siempre, de forma que sólo hay que pagarles los billetes de ida y vuelta, darles de comer y abonarles la estancia en un hotel normalito (porque el presupuesto no da para mucho mas), que ellos ya se encargan del resto”. Anoche, después de haber conquistado en Oporto su cuarto campeonato de Europa, los jugadores no ocultaron no recibir un trato justo por parte de los medios. Y tienen razón. Han sido los grandes olvidados tanto de la televisión pública como de las privadas.
Pero este olvido imperdonable, no es solo exclusivo de la Selección de Fútbol Sala. Pasa exactamente lo mismo con la Selección de Waterpolo, con la de Voleybal, con la de Béisbol (Sí, señores…tenemos una selección nacional de Béisbol, aunque parezca mentira)… y así otro tanto de esos deportes que casualmente los denominan “minoritarios” pero que, a pesar de la escasez de federados, los que se ponen la camiseta, gorra, o equitación necesaria, con los colores nacionales, saben lo que eso conlleva. Podrán a lo mejor perder el encuentro decisivo de la final, pero al menos dejan ese regusto de que en el siguiente campeonato, son claros favoritos para ganar; y ganan.
Creo que alguien debería empezar a tomar nota de todo esto. Creo que alguien debería de alguna vez darse cuenta de que hay que apoyar más a los que sacan petróleo de donde no hay. No sé para qué narices existe el toca pelotas programa ADO cuando en el momento de la verdad no se saca el resultado. Vale que en una competición, pase de todo y no haya nunca resultado seguro; pero me parece que es hora de que alguien empiece a reconocer los méritos de esa gente y les coloquen en el lugar que se merecen: más tiempo en las televisiones, que no todo es fútbol.
El resultado es que el Señor marqués del Balompié esta derrochando la fortuna y crédito a espuertas, mientras que los hermanos pobres, malviven como pueden y casi siempre que emprenden una aventura, salen con fama y reconocimiento; pero eso si… son y serán los grandes olvidados siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario