Para John Stuard Mill; libertad de expresión significaba: «libertad de expresar y publicar sus opiniones (...); tiene casi tanta importancia como la misma libertad de pensar, y descansa en gran parte en idénticas razones, estas dos libertades son inseparables en la práctica».
Es por esa razón que el mismo filósofo, destaca la importancia de limitar el poder de los gobernantes, aunque éstos respondan al partido más fuerte o mayoritario de la comunidad. Pero es que también la sociedad, por sí misma y al margen de los gobernantes, se puede convertir en tirana respecto a los miembros que la componen. Así surge lo que se ha denominado «tiranía de la mayoría»
Sin duda alguna, también George Orwel; decía que: "Libertad de expresión es decir , a veces, lo que los demás no les gusta oír".
Está claro que, en muchas ocasiones, por decir lo que pensamos con franqueza, aunque nuestras opiniones tenga un fundamento tan solido como una roca, choca con esa tiranía de "lo políticamente correcto". Una tiranía silente, amparada por aquellos que se creen con derecho a decidir por los demás lo que se puede o no se puede decir , y por ende, lo que se puede pensar o no de forma pública. Podrá gustar o no, pero es una opinión más tan respetable como la libertad de dicho individuo para manifestarla.
Que la Reina de españa tenga una opinión propia sobre ciertos temas y éstas se hayan recogido en un libro, no es de recibo que se arme tanto alboroto. Si no le gusta el aborto, las bodas homosexuales... esta en su perfecto derecho a discrepar de dichos temas. Y si a alguien no le gusta oir eso de Su Alteza Real, que haga las maletas y se largue. Su Alteza la Reina tiene todo el derecho del mundo, a poder tener una opinión discrepante y el derecho a discrepar, porque si nuestra constitución tiene en su articulado el derecho de TODOS a poder expresar líbremente nuestras ideas; eso implica que incluso la Reina (o el Rey) puedan dar su parecer -y de hecho, a veces lo hacen en sus discursos oficiales- sin que nadie se tenga que escandalizar por ello.
Todo lo demás, es un comportamiento de roza una conducta típica de fariseos
Es por esa razón que el mismo filósofo, destaca la importancia de limitar el poder de los gobernantes, aunque éstos respondan al partido más fuerte o mayoritario de la comunidad. Pero es que también la sociedad, por sí misma y al margen de los gobernantes, se puede convertir en tirana respecto a los miembros que la componen. Así surge lo que se ha denominado «tiranía de la mayoría»
Sin duda alguna, también George Orwel; decía que: "Libertad de expresión es decir , a veces, lo que los demás no les gusta oír".
Está claro que, en muchas ocasiones, por decir lo que pensamos con franqueza, aunque nuestras opiniones tenga un fundamento tan solido como una roca, choca con esa tiranía de "lo políticamente correcto". Una tiranía silente, amparada por aquellos que se creen con derecho a decidir por los demás lo que se puede o no se puede decir , y por ende, lo que se puede pensar o no de forma pública. Podrá gustar o no, pero es una opinión más tan respetable como la libertad de dicho individuo para manifestarla.
Que la Reina de españa tenga una opinión propia sobre ciertos temas y éstas se hayan recogido en un libro, no es de recibo que se arme tanto alboroto. Si no le gusta el aborto, las bodas homosexuales... esta en su perfecto derecho a discrepar de dichos temas. Y si a alguien no le gusta oir eso de Su Alteza Real, que haga las maletas y se largue. Su Alteza la Reina tiene todo el derecho del mundo, a poder tener una opinión discrepante y el derecho a discrepar, porque si nuestra constitución tiene en su articulado el derecho de TODOS a poder expresar líbremente nuestras ideas; eso implica que incluso la Reina (o el Rey) puedan dar su parecer -y de hecho, a veces lo hacen en sus discursos oficiales- sin que nadie se tenga que escandalizar por ello.
Todo lo demás, es un comportamiento de roza una conducta típica de fariseos
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