Hoy vamos a hablar de “SESO” (cuidadín no me malinterpreten), pues como pueden ver, hoy no vamos a contar una película de aquellas que se clasificaban “X”. O sea, como vamos a hablar del intelecto, ya que en estos días, todo lo que ha ocurrido, merece para un momento, y usar a fondo las neuronas.
Empecemos.
Sobre la falsificación de las pruebas del sumario de los atentados del 11-M, y para más INRI, lo que se nos ha mostrado, ha dejado claro bien clarito lo que se pretende: la verdad solo hay una y se nos quiere imponer. De hecho la sensación es que ya la sent4encia esta más que dictada, trillada y fundamentada, con el objeto de que todo lo que se ha dicho se sostenga. Pero: ¿se sostiene? No. Ni con alfileres. Y nada mejor que ver con mis propios ojos la vista por la cual se resolvieron los recursos de las defensas. La reacción de la Fiscal adscrita al sumario es para haberla grabado en video, y no precisamente como el que dejo en este enlace, que es de los mismos autores del famoso “Amo a Laura”.
Ciertamente cuando lo vi, por un momento pensé en lo romántico que resultaría “soplarle” la silla a ZP. Pero en verdad era una campaña publicitaria “contra la pobreza”. Sinceramente… a ver; ¿Cuánto ha cobrado la agencia por semejante video? Si es para una campaña solidaria ¿lo han hecho gratis? Me temo que no. Como siempre he dicho la lucha contra la pobreza empieza por echar del poder a esos malnacidos gobernantes de los países pobres que, precisamente viven de la explotación de esa pobreza.
Coincido 100 % con el análisis de Luís del Pino, ante el escándalo de la falsificación de un informe policial, falsificación no sólo acreditada por la exhibición de las copias original y modificada del informe, sino también por las copias alteradas de los registros (donde se recurrió al “tipp-ex” para borrar el rastro del informe original), Garzón ha decidido regalar titulares al Gobierno y, en vez de perseguir el delito y a sus autores, hace precisamente lo contrario: amedrentar a quienes denuncian la corrupción político-policial. Y no se le ha ocurrido otra cosa que imputar un delito de falsedad documental... ¡a los peritos que elaboraron el informe original verdadero! Y les imputa diciendo:
1. que lo que esos tres peritos redactaron originalmente no era más que un mero borrador. Entonces, ¿por qué hubo que rehacer con tipex los registros oficiales?
2. y que el documento entregado a su jefe inmediato en julio de 2006 acababa de ser firmado en ese momento. ¡Pues claro! Lo que ellos se habían quedado en el ordenador es la copia informática, que no está firmada, y para denunciar el caso a su jefe, vuelven a imprimirla, vuelven a firmarla y la entregan ¿O es que las copias informáticas en Word que el señor Garzón se guarda sí están firmadas?
Lo que más indignación me causa es que, si en la Facultad de Derecho pregonaba que nuestra misión como futuros profesionales de la justicia era hacer justicia... ¿Como es que el Sr. Garzón no se lo aplica a sí mismo? Si hay algo que no puedo soportar es el cinismo con el que algunos hacen gala cuando su finalidad es ganar dávidas, par ano que qué fin. El de Garzón es ser Ministro de Justicia "como sea".
1 comentario:
El (des)gobierno de Rodríguez el Traidor se caracteriza porque todo es una apariencia de democracia y un intenso y pútrido olor a principios podridos.
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