En un simposio que llevaba por título "Los retos de la propiedad intelectual en el universo digital" y donde intervinieron tan ilustres personajes como Eduardo “Teddy” Bautista, Juan Luis Cebrián y el catedrático de Derecho Civil Germán Bercóvitz, leer sus conclusiones escandalizaría al más pintado.
En tan distinguido foro, Germán Bercóvitz afirmó que "es necesario un cambio de mentalidad sobre las tarifas que se cobran por los derechos de autor". En eso estamos todos de acuerdo. Una de las propuestas que circulan por la red es que, para que la gente se mentalice de verdad de la dimensión del atraco, se desglose en la factura lo que se paga por el producto y lo que corresponde por canon. A mí me parece una idea fantástica, pero soy más partidario de establecer el sistema de doble caja. Me explico: cuando uno se compre un CD o un DVD para grabar, que pague en su comercio en la “caja A” lo que vale el producto. Dos metros más allá, cuando ya haya pagado, habrá otra caja, llamémosla "B", con el logotipo de la SGAE, donde pagará unos 50 euritos de media en concepto de canon, por cada CD o DVD adquirido. El efecto sería demoledor, sobre todo si juntamos al ligero cabreo que a una le coge siempre en las colas, el que por fin sepas qué demonios estás pagando. Nos podemos imaginar la escena:
— ¿Es aquí donde tengo que liquidar…?
— Sí señor… aquí es.
— ¿Cuánto es?
— 40 euros, señor.
— ¿Cómo dice?
— 40 euros, señor
— Pero óiga…¡Le juro que es para grabar las fotos de la Cena de buzos!
— Eso es lo que dicen todos. Son 40 euros, caballero.
Pero lo cierto es que ya estamos mentalizados. De hecho, si la plataforma contra el canon ya ha recogido 1.010.000 adhesiones casi únicamente por Internet, hay tanta gente mentalizada se puede crear un partido a nivel nacional. No en vano, si traducimos a votos esas 1.010.000 firmas, se obtendría más votantes que CiU o Coalición Canaria, casi 600.000 más que los de la Ezquerra esa.
Eduardo “Teddy” Bautista afirmó que, para proteger la propiedad intelectual en Internet, se debe crear una legislación que permita "mecanismos de compensación remuneratoria". La pregunta es: ¿aún más? ¡Pero si se acaba de reformar la ley! ¿Os habéis quedado con hambre?
Cuando se plantea el tema del canon siempre surge la cuestión de por qué la SGAE se comporta como si fuera la Agencia Tributaria o algo peor. La respuesta es muy sencilla: porque la ley se lo permite. Una ley, por cierto, que respaldaron los dos partidos mayoritarios. Desde el momento en que únicamente a través de las entidades de gestión se pueden cobrar los derechos de autor, es la propia ley la que habilita a la SGAE para hacer lo que quiera, y por eso piden más.
La duda nace cuando nos planteamos si realmente se está protegiendo a los autores o si se está beneficiando a las entidades de gestión. ¿Qué pasa con los no-alineados, los cantantes o escritores que no quieren pertenecer a ninguna entidad de gestión?
En consonancia con lo visto, sin duda la propuesta estrella de la jornada fue la de "ponerle puertas a Internet". Teniendo en cuenta los antecedentes, y los ponentes, seguro que era un error. En realidad quisieron decir peaje (que recaudarían ellos, claro).
No puedo finalizar sin recordar que Juan Luis Cebrián dijo que "no hay forma de establecer un derecho de propiedad en la red si no hay autoridad capaz de imponer la ley". No deja de sorprender que un palmero del tripartit se preocupe por la propiedad intelectual en la red y no diga ni mu de la propiedad inmobiliaria en Barcelona. ¡Cómo son los ricos!