martes, febrero 12, 2008

La osadia de Elíecer

Cuba es en sí; una "isla prisión". Al igual que en su momento lo eran la llamada "República Democrática Alemana", y algunos países, que estaban a las órdenes de la extinta URSS. Elíecer era un muchacho que aunque se definía como "un revolucionario más" tuvo la osadía de hacer preguntas incómodas al llamado presidente del "parlamento cubano".

El precio de tales preguntas, ya se ha visto: detenido. ¿Y que dicen los voceros del régimen de Castro y sus defensores? Nada. guardan silencio cómplice de un atropello más. Como Elíecer no es escritor famoso, puede que su destino sea tan incierto como la noche oscura. ¿y que dijo el presidente del parlamento cubano ante tales preguntas? Un montón de sandeces que no se las cree nadie. ¿Pero hay suficientes cubanos como que para que si salieran de viaje colapsar el espacio aéreo? Eso solo lo dice alguien que solo trata de evitar la pregunta, o como dicen en mi barrio, irse por los "Cerros de Úbeda".

Si en la RDA, muchos alemanes pagaron con su vida buscar respuestas a preguntas incómodas, y a aquellos que intentaban huir de aquella prisión sin paredes eran ametrallados sin piedad... ¿que es lo que esté pasando en cuba y no nos enteramos? Puede que el día que Cuba sea en verdad una democracia como el buen Wiston Churchill decía (democracia significa que tienes la completa seguridad que a las 5 de la mañana, si llaman a la puerta de tu casa, es el lechero) nos enteraremos de lo que realmente pasaba dentro. Es más... alguno lo negará tanto o más como aquellos que tratan de negar por activa y por pasiva lo sucedido en Auswich; afirmando que fue invención de los americanos.

Lo malo es que para más escarnio, Cuba y Auswich comparten una leyenda sarcástica común: su lema en la puerta de entrada sin dirección de salida reza "El trabajo os hará libres".

1 comentario:

El Cerrajero dijo...

Uno de los muchos cabreos que tengo con gran parte de los políticos españoles es la tibieza que tienen --cuando siquiera tienen, muchos ni eso-- al condenar la asquerosa dictadura castrista.