lunes, febrero 25, 2008

Moobing

En junio de 2006 muchos medios de comunicación recogieron el nombramiento de Pilar Heredia como la primera gitana con un cargo institucional en el Gobierno. Un año y medio después, la propia Heredia quiere ahora denunciar una situación que le persigue desde hace un tiempo: el acoso de Pedro Zerolo. El secretario de movimientos sociales ha presionado a la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Peris, para que no aparezca en medios de comunicación y que no haga mención de su cargo, vetando cualquiera de sus propuestas.

Según declaró la propia Heredia: "el Secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONGs, Pedro Zerolo, inicia una campaña demoledora, laboral y política en contra de mi persona". Así, denuncia "el abuso que efectúa al amparo de su cargo, generando prácticas intimidatorios hacia la Directora General, Rosa Peris. Recalcar, el atrevimiento autoritario que idea, bloqueando cualquier gestión emprendida". Además, apunta que le exige al Instituto de la Mujer "prohibirme categóricamente hacer mención de mi cargo" además de cualquier aparición a medios de prensa escrita, audiovisuales o radiofónicos. "La última orden que ha determinado, siempre acatada por la directora, es impedirme hacer uso de cualquier material público y administrativo de dicho organismo", agrega.

La asesora de Minorías Étnicas no sabe aún la razón de ese acoso aunque ha señalado que tal vez, el Sr. Zerolo la ve como un "rival político" aunque no entiende las razones. Descarta que sea por un asunto de racismo porque en ese caso sería de "juzgado de guardia" sobretodo viniendo de una persona que defiende los derechos de los desprotegidos y de las minorías.

En una palabra; Pilar Heredia sufre un claro y contundente caso de Moobing laboral de "Juzgado de Guardia". Claro que sabiendo que procede del señor Zerolo (que ya sabemos como las gasta aqui el amigo) si tanto predica su jefe la igualdad... mal ejemplo está dando

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me extraña... Estos que presumen de ser los más demócratas sólo son pequeños Stalinitos. Pobre gitana...